Es conocido ya para casi todos que al llegar el fin de un año nos faltaron metas por cumplir de la lista hecha al inicio de éste. La frase que suele continuar al darnos cuenta puede ser: “el próximo año si….” De esta manera alargamos la lista cada vez más, incluyendo los 12 deseos que acompañan a las uvas…

Pero por qué razón este se vuelve un proceso tan repetitivo?

Me parece que acostumbramos poner metas muy altas sin tomar en cuenta cuánto hemos hecho para lograrlas. Solemos pensar o dar por hecho que lo que deseamos se dará como magia: “este año mi meta es bajar de peso”, “este año pago mis deudas”, “comenzaré a ir al gimnasio”, “me iré de viaje”…

Mi consejo es que estos primeros meses del año trabajes en ti para vencer los obstáculos internos y externos que te impiden lograr lo que te propones. Revisa tus habilidades, tu autoestima, cuales son tus motivaciones, tu compromiso contigo e incluso tus miedos.

Observa con claridad si sabes exactamente hacia dónde quieres dirigirte o si vas simplemente caminando por dónde la vida y los demás te llevan.

Una meta o deseo es algo que queremos  lograr, es importante dirigirnos hacia ese objetivo con certeza, con energía y optimismo, pero sobre todo creyendo en nosotros mismos y en el hecho de lograrlo.

Recuerda que si tus metas se repiten cada año es porque siguen sin lograrse, quizá tengas que cambiar la forma de hacer las cosas para obtener resultados diferentes. Es muy valido reconocer cuando necesitamos ayuda, este puede ser el primer escalón para lograr lo que te propongas este año!..

Gracias por leer este artículo y te agradezco que lo compartas.

Alejandra Cerdas.